La universidad | Chicho, más jarcor que nunca

 Hola, soy Jorge Enrique Macías Parra, más conocido en la internet como "Chicho The God", tengo 17 años y soy ex-estudiante de la universidad.
 Hoy les contaré mi trágica historia de chingaderas y tonterías sobre mis primeros días en la universidad.
 El día martes del mes en curso, entré por primera vez a la universidad, a la licenciatura en informática, comercio electrónico y seguridad. Todo normal, primer día, conociendo gente, escuchando a los maestros diciéndote que vales verga pero que cuando salgas vas a valer verga un poquito menos... lo de siempre.
 Desde el primer día me di cuenta de que la informática no era lo mío, la verdad es que me había metido nada más porque no quería que mi familia me siguiera diciendo qué debo hacer (yo quería entrar a psicología y terminar trabajando en un McDonal's o un Burger King respetable).
 Al darme cuenta de que era una tontería haber entrado a algo que no me gusta sólo para hacer feliz a mi familia, me reí y lloré en el baño de la universidad por mi propia estupidez.
 El segundo día de clases (miércoles), estudiamos el "cálculo lógico". ¿Qué tengo que decir del cálculo lógico? La mierda más aburrida y rompe huevos que he visto en toda mi asquerosa existencia de prostituta, sobre todo porque la carrera ni siquiera me gusta. Durante un descanso (eran casi tres horas del puto cálculo lógico) tomé mi mochila, me metí al baño y, cuando mi compañero salió del baño a la clase, me fui a la mierda sin decir nada más, con una sólo resolución para mi vida: Tengo que dejar esta puta licenciatura y meterme en lo que yo de verdad quiero (psicología), esto me va a matar de tanta mierda.
 Así, con esa resolución, tomé el tren y volví a tres vergómetros por hora a mi casa, a llorar como una puerca porque ya me había gastado mil pinches pesos en la inscripción de algo que ni siquiera me llamaba la atención (como dije, sólo me metí para hacer feliz a mi familia) y sabía que ese dinero ya era irrecuperable (al igual que mi dignidad).
 Después de una plática de bastantes horas con la patrona de la casa (mi mamá), explicándole cómo iba a entrar a estudiar otra cosa y explicándole que me valía verga la informática, ella decidió dejarme estudiar lo que yo realmente quiero y no lo que ella quiere que yo estudie.
 Así, como todo buen mexicano, hoy estoy con estudios a medias y sin trabajo para pagarme una universidad de paga.
 Quizá esta historia no te haga reír. Quizá esta historia no te haga sentir cosquillitas en los huevos. Quizá esta historia no te guste tanto como las chupadas de ano que te da tu novia. Pero, por lo menos es una historia real del jarcor de Chicho, aquel dios jarcor que dejó la universidad a los dos días.


 Gracias por leer esta mierda. Si te gustó, date un beso en el culo de mi parte, si no te gusto, también, no discrimino.