Después de siglos sin publicar en el blog, hoy quiero expresar mi opinión sobre un suceso reciente de Twitter; El suicidio de Armando Vega Gil y las acusaciones falsas de violación.
Se suicidó Armando Vega Gil, el bajista de Botellita de Jerez, por unas acusasiones anónimas de violación en twitter que hizo una supuesta menor de edad por medio de la cuenta de #MeToMusicosMexicanos.
No cabe duda que, como decía el tío Ben: un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y las mujeres no están siendo responsables con su gran poder, acusando sin pruebas y ocasionando este tipo de cosas.
La neta yo no escucho a Botellita de Jeréz, no le voy a pegar a la mamada de que soy su más grande fan, pero que este tipo de cosas sucedan sólo es prueba de que cualquier movimiento llevado al extremo, así haya comenzado para ayudar y mejorar al mundo, termina perjudicando, y es lo que este feminismo distorsionado está haciendo; la gente ya no cree en la verdad, cree en las palabras de una mujer sólo porque lo dice con ojos llorosos, sin pruebas ni coherencia en los hechos y no ante un tribunal donde puede iniciarse una investigación y se imparta verdadera justicia.
Ahora tienes a todas las feministas escribiendo #EstoyConEllas y diciendo que, si él se suicidó, fue para escapar de la acusación, lo cual está tan pendejo como decir que los humanos comemos porque nos encanta cagar. Sí, cagamos, y quizá lo disfrutamos hasta cierto punto, pero no comemos para eso. Sí, se suicidó, pero no para escapar de la acusación. No es ciencia para cohetes, y es fácil poner 2+2 para sacar el resultado; se suicidó a sabiendas de que, incluso si lo acusaban falsamente y era probada su inocencia, nunca iban a dejar de perseguirlo toda la bola de locas que creen en alguien sólo por su género, sin pedir una prueba o un hecho.
Desde mi humilde opinión de Don nadie profesional, están todas bien pendejas y se merecen lo que ellas creen que él se merecía, o hasta algo peor.
Paz, negros.
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